Este sábado salimos y brobamos la pesca de la caballa,y después de hacernos con un buen rancho decidimos poner los curris y dar una vuelta en busca de algún bonito que quisiera entrar en nuestros aparejos.
Tuvimos muchas picadas pero todo eran pezqueñines que devolvíamos de inmediato al agua, realmente es una pena,al no ser de nuestro gusto lo que entraba en las cañas decidimos cambiar de zona de pesca y nos dirijimos a un pesquero que en otros años y desde siempre habíamos pescado llampugas,pues nos fue muy bien.
A la mañana siguiente (domingo),nos dirigimos directamente al sitio donde encontramos las llamugas,y no os podeis ni imaginar la cantidad de llampugas que encontramos,cuando pasábamos con los curris, salían del agua centenares de llampugas saltando por todos los lados , era precioso ver los cardúmenes de este pez tan bonito de nuestros mares.
Sin afán y como buen pescador nos hicimos com un rancho, después decidimos regresar a puerto con solo lo necesario.
Espero que todos pongamos algo de nuestro lado,y dejar el egoísmos de muchos a un lado,la pesca hay que disfrutarla y no obsesionarla.
BUENA PESCA.
En mi estancia vacacional he podido aprender una forma de pesca antigua y muy arraigada en la isla de Ibiza.
Apartados de todos los lujos,noches desenfrenadas,fiestas y ruidos,hemos pasado unos días maravillosos en familia con nuestros hijos y nieto, por eso de buena mañana y después de pasear a los perros,era preciso pisotear la costa en busca de algún signo de pescado,pues me fije en un señor mayor que acudia diariamente al mismo espigon, con solamente un capazo hecho de palma colgando del hombro y en la mano una pequeña caña , cuando llegaba al sitio de pesca,recogia caracoles de mar,lapas y algún cangrejo que se dejaba engañar, pues era la carnada que utilizaba para coger un rancho de pez de roca que luego al llegar a casa lo utilizaba para convertirlo en un caldo o fumet .
Yo quise convertirmeme en uno de ellos para integrarme en la isla tradicional,un dia sali de pesca , solo una caña y algún molusco marino fueron suficientes para practicar la pesca con corcho.
La verdad es que fue una experiencia maravillosa por que después de ver la variedad de labridos que encontré entraban muy bien a los aparejos.
Al llegar a casa, que se encuentra a poco mas de tres minutos del pesquero,mi hijo y yo hicimos un fumet que luego convertimos en un maravilloso arroz del SEÑORET.